Por:
LIC. SOFÍA VALDEZ
Cada etapa en la vida de una pareja y de una familia puede, con las herramientas adecuadas, centrarse en el cuidado y el amor. Aún con los retos y cambios que la vida nos presenta, las personas que comparten un vínculo amoroso y lo priorizan, pueden no sólo superar las dificultades sino fortalecerse en el proceso.
En el noviazgo, cuando la pareja apenas se está conformando, las problemáticas son aquellas de la adaptación entre dos personas, ya sea por lealtades y pendientes no resueltos en la familia de origen, o por no generar nuevas pautas y reglas propias de la pareja. Para superar esta etapa es imprescindible que la pareja se diferencie de sus familias y establezca límites, negociando la forma en que han de relacionarse entre ellos y con su entorno.
Las parejas que empiezan a conformarse como una familia con hijos pequeños y en edad escolar, puede desequilibrarse al formar alianzas entre miembros de diferentes generaciones, dificultando una dinámica armoniosa en el hogar; además la pareja en esta etapa, necesita balancear las responsabilidades conyugales y parentales, las demandas del hogar y del trabajo. Es recomendable renegociar el contacto con el entorno, escuelas, amigos, comunidad, familia extensa, etc., estableciendo límites que permitan el sano desarrollo de los hijos.
Cuando los hijos entran en la adolescencia, la pareja suele tener ciertas resistencias hacia esta nueva etapa, por los conflictos característicos de la misma. Además son factores, las “crisis de la mitad de la vida” de los cónyuges, así como el temor a lo desconocido. Permitir a los hijos ejercitar su autonomía con ciertos límites, sin caer en reglas rígidas, es vital para el desarrollo y salud emocional de todos, y por ende de las relaciones familiares, demostrando el amor a los hijos, brindándoles esa libertad de ser ellos mismos.
En el taller “Creciendo Juntos” las parejas tendrán oportunidad de conocer sus puntos fuertes y desarrollar más herramientas que les ayuden a los retos específicos de la etapa por la que atraviesan, con tareas y técnicas terapéuticas, recomendadas, explicadas y adaptadas por expertas en el tema.
Y así, como he explicado, las 5 formas para centrar el amor en la pareja y lograr un vínculo de cuidado y pertenencia son:
- Aceptar las diferencias.
- Diferenciación de la familia de origen.
- Establecer límites claros.
- Negociar acuerdos.
- Comunicación asertiva.